Comentario de “Desde el altillo”

Comentario de “Desde el altillo”

El unipersonal de Carolina Vaca Narvaja se basa en la historia de exilio de su familia durante la última dictadura militar. 

Por Micaela Fe Lucero

Formas de construir memoria y formas de contar historias. La historia de una persona, de una familia, la historia de todos. La memoria que, como un ser vivo, se alimenta y respira. Crece, se expande, encuentra nuevos espacios. 

Carolina Vaca Narvaja tiene la generosidad y valentía de ahondar en dolorosos recuerdos de su familia, de ahondar en sus primeros años y en la impactante historia del exilio de su gente durante la última dictadura militar para, alquimia del teatro mediante, ofrecer una obra bella, dulce, gentil, que se deshace en la boca suavemente: Desde el altillo, historia de un exilio

Como el sabor del chocolate: intenso y presente en las encías aún después de ido, pero amable. 

La historia de ese exilio familiar es impactante. Los Vaca Narvaja, luego del secuestro del padre de Carolina, Miguel Hugo, y de su abuelo, Hugo, decidieron pedir asilo político a México. 

Para quien no conozca esa historia, descubrir en escena cómo fue ese “operativo” de salida (y, en un acto transmedia espontáneo, complementarla con escritos), sea quizás la mejor manera de familiarizarse con ella.

Para quien sí la conozca, escucharla nuevamente en Desde el altillo no resta impacto: pone la piel de gallina.

Ante la muerte, canciones

Lo que se cuenta es a partir, mayormente, de la memoria de una niña sobre eso (Carolina tenía 5 años en ese momento). Sin embargo, para completar esa experiencia, la voz de su familia está presente, ayudando, y distintos recursos son convocados para ello. 

En torno a una lámpara, en torno a una envidiable mesa, Carolina despliega toda su teatralidad, que, aunque puede ser contenida en una caja, llena la sala.

Teatro de sombras, teatro de objetos, teatro de objetos documental. Carolina es una titiritera, pero no de los objetos que manipula sino del público: un gesto de ella es uno involuntario en su audiencia. Sus maneras suaves y agradables, la ternura con la que invoca a la niña exiliada, son un encantamiento. 

Sobre el dolor y la muerte, belleza, juegos y alegría infantiles que sobreviven en la adultes. Metáforas de la infancia, metáforas de la lengua, el sostén de su directora y amiga, todo el tiempo presente, lo que no se dice pero se escucha claramente. Desde el altillo es no solo hábil y novedosa sino sólida y maravillosa. 

Y, además, un pequeñito museo al salir: una muestra pensada especialmente para la obra con documentos, fotografías y más memorias físicas de la familia Vaca Narvaja, que abren la puerta a seguir compartiendo, seguir contando, seguir recordando. 

Coordenadas de “Desde el altillo”

La obra tendrá nuevas funciones en octubre. ¡Te vamos a avisar!

Ficha técnica

En escena: Carolina Vaca Narvaja. Dirección: María Nella Ferrez. Voces en off: Gustavo Vaca Narvaja y María Eugenia Wulff. Audios y diseño sonoro: Jorge “Pico” Fernandez Goncalvez. Audiovisuales y fotografía: Abril Fernández Ferrez-Producciones Anónimas. Dispositivo escenográfico: María Nella Ferrez y Yanina Pérez. Carpintería metálica: Matías Beltramo. Diseño de luces: Rafael Rodríguez. Diseño gráfico: Mauricio Michelu. Asistencia técnica: Delia Perotti. Investigación de archivo: Ivana Fantin. Producción: Tres tigres teatro. Obra seleccionada Fondo Estímulo a la Actividad teatral Córdoba 2022/2023.

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