Comentario de “La Sapo”

De Nacho Tamagno, con Eva Bianco y Carolina Saade, la obra vuelve a Córdoba esta semana con tres funciones en Sindicato de Maravillas. 

Por Micaela Fe Lucero

Una vez, en la sobremesa familiar y cuando nos habíamos quedado solas, hablando de una cosa y otra, mi abuela me contó un episodio de acoso que sufrió en el trabajo. Lo dijo riéndose: “Qué cosas…”. Después, se quedó seria, mirando a la nada. “Qué feo”, dije, muda. “Sí, fue feo… No le dije a nadie”, respondió y ahí terminó esa charla. ¿Terminaremos alguna vez de desenterrar las violencias que vivieron en silencio nuestras abuelas? 

La Sapo ofrece un territorio fértil para eso: un patio sin plantas, fríos ladrillos. El patio de la abuela de Ignacio “Nacho” Tamagno, o al menos eso suponemos. Lo que sí sabemos es que él parte de una historia familiar para La Sapo. Después, la magia. De cualquier forma, La Sapo no es solo la historia de una nieta y una abuela “que deesentierran el oscuro y violento pasado familiar”, no busca que su principal huella sea el relato de un caso de violencia de género. 

Poesía

Como dijo el mismo Tamagno en declaraciones a La Voz del Interior: “La Sapo es como un gran poema a dos voces”. Ese es uno de sus aspectos más resaltantes: la poesía está tomando cuerpo frente a nuestros ojos. 

No todas las obras dejan una sensación tan imperiosa de querer leer el texto después. La Sapo lo hace y ojalá tengamos la oportunidad. Es como si algo no estuviera completo sin hacerlo. 

Esa poesía que se materializa en la sala termina de hacerlo en la garganta de sus dos actrices: la cordobesa Eva Bianco, y Carolina Saade, oriunda de Buenos Aires. Contó Tamagno que, durante el work in progress en el Festival de Teatro de Rafaela 2022, decidió salir de escena (que compartía con Eva) y enfocarse en la dirección. 

También allí se dio cuenta, contó, de que esta era una obra para ser interpretada por dos mujeres. Tiempo después, a Bianco se le ocurre convocar a Saade, con quien había trabajado en Amigas en un camino de campo, película de Santiago Loza. Curiosamente, en la película no comparten ninguna escena.  

Sabias decisiones. El contrapunto entre Bianco y Saade, las pieles que les prestan a abuela y nieta, pasado y futuro, historia irremediable e historia por encontrar, es de lo más bello de La Sapo. Disfrutar del dúo que conforman en escena. 

Mientras, la danza entre ambas se da en una escenografía tan simple como compleja: ¿cuántos kilos de tierra serán? Las sombras y la tierra sin plantas son un punto gravitacional para el espíritu, mucho más que las coloridas luces con las que juegan por momentos. 

Y así, se va desenvolviendo la historia, capas y capas, recuerdos tiernos e infantiles de un abuelo que contrastan con quién era ese abuelo para otros seres. La cita en el patio en la tarde de verano, aguarda con paciencia a que todo, finalmente, caiga en su lugar, o al menos en el lugar que podemos darle. 

Coordenadas de “La Sapo”

Jueves 10 (a las 21), viernes 11 a las 20 y 22, y sábado 12 a las 20. En Sindicato de Maravillas (Libertad 326). Entradas en antesala.com.ar/evento/1314

Ficha técnica

Dramaturgia y dirección: Ignacio Tamagno. En escena: Eva Bianco y Carolina Saade. Visualidad: Maxi Bini. Fotografía: Marcos Rostagno. Producción ejecutiva: Florencia Moresi. Producción artística: Johanna Sporn. Producción general: Un día perfecto. Montaje y operación: Tati De Gennaro.

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