Entrevista con “Malbec(th)”

La obra, una reversión de Shakespeare en clave cómica y política, vuelve a funciones en Medida x Medida. 

Por Micaela Fe Lucero

“Márquez es el secretario de cultura de un pequeño pueblo vitivinícola, y por un hecho fortuito se encuentra compitiendo por la intendencia. Como principal estrategia de campaña, la Señora de Márquez lo convence de convertir la alicaída ‘Fiesta de vino y la tradición’ en un gran festival de proyección internacional, cuyo número central será la puesta en escena de Macbeth de William Shakespeare. Será el histórico elenco de bailarines folclóricos quienes interpretarán a los personajes de Shakespeare, acompañando a grandes figuras mediáticas. Todos los recursos de un pueblo destinados al montaje de un texto clásico maldito. ¿Qué puede salir mal?”. 

Esa es la sinopsis de Malbec(th), obra escrita y dirigida por Hernán Sevilla que estrenó en junio en Medida x Medida y que ahora, en este noviembre, regresa a funciones. 

En diálogo con Criatura, Sevilla cuenta que empezaron a idearla con el elenco, todos alumnos suyos de taller. Buscando hacer una obra juntos, surgió la idea de trabajar con Shakespeare pero desde un lado más “oscuro”, y así se enfocaron en Macbeth. Sin embargo, luego “apareció una necesidad de llevarlo al terreno de la comedia”. 

“Ya pensábamos en hacer una adaptación, porque a mí no me gusta quedarme con la primera impresión que uno tiene de un texto. Cuando aparece la idea de la comedia, bueno, era como muy difícil llevar a Macbeth a ese terreno sin intervenirlo enormemente. Ahí sí nos decidimos a hacer una intervención más grande. Mi trabajo como dramaturgo pasó por elegir tomar nada más que algunos aspectos de la fábula y adaptarlo también a los actores que teníamos, nosotros siete, trabajar con eso. Entonces, no empezamos a repartir personajes como suele suceder cuando uno agarra una obra ya escrita, sino que fuimos recomponiendo la fábula básica de Macbeth y la fuimos llevando a un terreno más contemporáneo”, explica. 

Y señala cuando apareció el componente político, uno de los aspectos más disfrutables de la obra que presentan: “A los pocos días, apareció la idea de llevarlo a un lugar más político. Había que extrapolar toda la situación de muertes y cancelaciones planteadas en 1400, a la actualidad. ¿Cómo serían? ¿Qué implicaría matar a alguien hoy? ¿Qué implicaría tener el poder? Cuando vos lo pensás de un reinado al hoy, aparece la figura política. Así fue como llegamos a que tenga un trasfondo político más fuerte. Además, también tuvimos en mente que ya el año pasado se empezaba a respirar estas situaciones políticas que estamos atravesando todavía”. 

–Descomponer la fábula y reescribir Macbeth adaptado a lo actual es un trabajo enorme. 

–Apareció otra arista en el medio. Yo empecé mi carrera de teatro en el 95, pero nunca la terminé. En el 2021, decidí terminar la carrera y encaré esto como trabajo de tesis. El marco teórico que me exigía la tesis me recontra servía para este trabajo. No es lo mismo encarar un proceso creativo sin plantearse la necesidad de un marco teórico, a estar obligado a tener un marco teórico que te acomode. Tanto el trabajo académico, como el trabajo de la puesta en escena, se fueron nutriendo mutuamente. 

Los clásicos y lo contemporáneo

Malbec(th) se vuelve hoy, entre octubre y noviembre de Argentina en año electoral, una variación del meme “Los Simpson lo predijeron”. Frases y situaciones (discursos vacíos, panquequismo del más obvio, etcétera) que impactan por su parecido con lo que vemos día a día. 

Sevilla y el elenco también notan eso y no son inmunes al efecto de seguir descubriendo cuán certero puede llegar a ser su texto: “Cada vez que lo volvemos a agarrar, cada vez que volvemos a ponernos a ensayar, van apareciendo cosas nuevas y es sorprendente, realmente es sorprendente, porque parece que lo hubiéramos escrito intencionalmente. Los Márquez, que en este caso son los que representan a Macbeth y Lady Macbeth, son políticos capaces de hacer cualquier cosa por llegar al poder. Y lo que hemos estado viendo en estos días, hay hasta frases dichas exactamente igual, siendo que las escribí muchísimo tiempo antes. Lo que también creo que nos da la pauta de que, si bien lo que estamos viviendo es el extremo máximo al que pudiéramos pensar que la política puede llegar, bueno, no: la realidad va superando la ficción”. 

–¿Sos muy observador de la política?

– Soy muy atento a las situaciones en general. Tengo mi postura, pero siempre creo que, independientemente de lo que uno haga en escena, tiene una postura política, no necesariamente partidaria, pero no tiene una postura. Una postura ante la vida, la tenemos todos, lo que pasa es que los que trabajamos con cuestiones creativas, y con cuestiones que generan preguntas, porque me parece que el teatro está para eso, tenemos que observar la situación política y más en nuestro país. Y más en este momento, en el que hay quiebres generacionales, discusiones que no nos estamos permitiendo hacer y que me parece una lástima, porque es como que en este nuevo mundo todos deberían pensar igual y justamente lo más bonito es que todos pensamos diferente.

Así que siempre he tenido una mirada política del teatro, aunque no sea un teatro político, yo creo que uno cuando hace Shakespeare, por ejemplo, es necesario tener una postura política, es necesario decidir por dónde vas a encarar un proyecto. Yo estuve haciendo hasta hace poco, hicimos, un Hamlet que está metido en nuestra actualidad (Imposible) y es precioso lo que sucede y para eso uno tiene que estar comprometido con lo que está diciendo, con lo que está diciendo el texto, con lo que está diciendo la puesta que estamos armando.

–Además de eso, ¿eligieron adaptar Shakespeare como una forma de acercar un clásico?

–Fue una de las cosas que me propuse, yo he trabajado mucho Shakespeare y a veces me da pena es que la gente lo perciba ajeno y distante. Creo que nosotros nos hemos encargado de hacerlo así, entonces esto fue un poco una intención de redimirme de esas puestas herméticas. Me parecía que había que bajarlo, que tranquilamente Macbeth puede ser intendente de un pueblo de provincia. Porque la problemática que plantea Shakespeare es una problemática que es inherente al ser humano, sus argumentos están bañados de las miserias del ser humano, por eso trasciende y por eso va a ser siempre un clásico, porque habla de lo que somos, por más que nosotros creamos que hemos evolucionado un montón de cosas. Han pasado apenas 400 años y la verdad es que es muy poco para la humanidad.

–Justo me nombraste “Imposible”. También se estrenó recientemente “Othilio”. Tres adaptaciones distintas de Shakespeare, en Córdoba, al mismo tiempo.

–Yo creo que no es casual que hayan aparecido estos tres proyectos, concretamente fue justo con Shakespeare, podría haber sido, no sé, Lope de Vega, qué sé yo, podría haber sido cualquier clásico, pero me parece que no es casual que aparezcan los clásicos en determinados momentos. Creo que es cíclico, a mí me hace acordar una etapa de los años 90, en pleno menemismo, donde nosotros hicimos… bueno, de hecho, la sala, Medida x Medida, esa es una obra de Shakespeare y surge en los ‘90, una crítica al poder, un mensaje a Carlitos sobre lo que estábamos viviendo. En esa época, nosotros hicimos El Purgatorio, El Infierno y El Paraíso de La Divina Comedia. Es decir: hay momentos en donde vuelven a aparecer los clásicos porque son necesarios reveerlos, pensarlos, tal vez cuando no encontramos respuestas inmediatas. No sé si esa es la razón, no me he puesto a analizarlo, pero tal vez sea eso lo que nos lleva a necesitar ir a la fuente, volver a la tierra, a los clásicos más clásicos, y reveerlos con nuestra mirada contemporánea. 

Los Macbeth y los Márquez

Para cerrar, Sevilla se deshace en elogios hacia su elenco: “Son el mejor elenco del mundo, lo que se respira en la escena, en la obra, es lo que son ellos. Es precioso lo que se da y son cosas que no suceden a menudo, y es que los grupos de taller de teatro, la mayoría tienen otras profesiones, y esto lo iniciaron por hobby antes de la pandemia. Se armó un grupo muy sólido y el objetivo es el teatro, entonces hay una cuestión de complicidad entre ellos, que es precioso. Para mí fue lo más hermoso del mundo porque son fáciles, son actores sin mañas, muy abiertos, muy dispuestos a probar. Yo caía con una cosa y les decía ‘probemos’ y si no funcionaba les decía de cambiar y no me hacían ninguna cara. Fue fácil todo el proceso. Y la construcción de los personajes tiene que ver con la necesidad de lo que íbamos haciendo entre todos más que con la necesidad de que alguno sobresalga o no, entonces hay una cosa de trabajar en pos de un proyecto común”.

“Lo que es bonito de tratar de traspolar un personaje de una tragedia de Shakespeare a un personaje de pueblo adorable, como puede ser cualquiera de estos personajes, es que todos son buena gente y no tienen mala intención. Pero cuando le meten el aguijón del poder, se termina corrompiendo todo. Eso es lo que queríamos mostrar”, concluye. 

Coordenadas de “Malbec(th)”

Viernes 3, 17 y 24 de noviembre a las 21. En Medida x Medida (Montevideo 870). Entradas por www.antesala.com.ar/evento/1679

Ficha técnica

En escena: Hernán Sevilla, Mercedes Allende Posse, Fernando Rivarola, Cecilia Rivero, Nicolás Zelaya, Severo Bordenave, Daniela Silva. Asistencia: Oriana Pastore. Iluminación Melanie Hasenclever. Dirección: Hernán Sevilla. Fotografía: Gentileza del equipo.

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